Vitamina D
La vitamina D participa en la homeostasis calcio-fósforo del organismo. Su deficiencia mantenida origina el raquitismo en el niño y la osteomalacia en el adulto.
Además, en los últimos años se ha observado que la vitamina D influye en un número importante de procesos fisiológicos, especialmente en relación con el sistema inmune. Así, diversas enfermedades como el cáncer, la esclerosis múltiple, la enfermedad inflamatoria intestinal, la hipertensión arterial y la enfermedad cardiovascular se han relacionado con niveles bajos de la vitamina.
Aunque nuestra fuente principal de la vitamina D es nuestra alimentación, esta no contiene el nivel suficiente de vitamina D para alcanzar niveles óptimos en nuestro organismo.
La mejor maquinaria para producir la vitamina D es nuestra piel que expuesta al sol, produce un 80% de nuestra vitamina D. En periodos prolongados de falta de sol o piel cubierta, no habrá suficiente producción de esta vitamina.
Existen recomendaciones para una dosis optima de Vitamina D (articulo) pero es siempre recomendable consultar con su médico.
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